¿Cuáles son algunos de los errores más frecuentes que la mayoría de las personas cometemos?
A continuación una breve lista.
01 Estar muy seguros de sí mismos. Esto no significa dudar de nuestras capacidades, pero es probable que haya salidas más prácticas que no conocemos y que nos pueden ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo. Cerrarse a nuevas posibilidades o no estar dispuestos a re-aprender lo que creíamos dominar, atrasa. La humildad es un gran beneficio y guía para estos casos.
02 No confiar en lo que hacemos. Así como decimos que la autosuficiencia puede llevarnos a estancarnos y no recibir aire fresco, también es importante creer en lo que hacemos o entendemos en el momento.
Poner en acción nuestro pensamiento nos dirá si algo funciona o no. El miedo y la falta de confianza impiden crecer.
03 Ser haragán, no esforzarse, dejar para después. En fin, procastinar, no hacer lo que hay que hacer porque nos engañamos pensando que siempre habrá un mejor momento para hacer lo pendiente. Lo que sí es seguro que si no actuamos ahora, pronto llegará ese «presente» que nos pondrá contra el reloj. No hay necesidad de estresarse, ni tener ansiedad pero perder tiempo es botar una de las riquezas más importantes que una persona posee.
04 No actualizarse. Pensar que ya se sabe lo necesario en la vida siendo que la vida tiene infinidad de cosas que enseñarnos. Los retos profesionales, personales y en el contexto social que nos desenvolvemos nos obligan a evolucionar. Negarse es atrasar lo inevitable y perder el contacto con la realidad.
05 Priorizar el trabajo a las relaciones personales y familiares. Es uno de los errores más frecuentes y que más daño hace. Es común encontrar personas que cambiaron -generalmente inconscientemente– la búsqueda del “éxito” profesional o económico por el tiempo que debieron dedicarle a la familia.
Después de un tiempo, muchos se dan cuenta que aunque pudieron lograr riquezas materiales el pago final es soledad, relaciones rotas o vivir rodeado de personas que sólo buscan beneficiarse. El equilibrio es muy importante y por supuesto, priorizar.
No olvidar cuáles son las cosas que realmente nos hacen más feliz.
06 Ser prejuiciado. Rechazar lo que no va acorde a nuestras creencias o forma de vida. Ser intolerante y considerarse mejor que aquellos que piensan diferente a nosotros. Dudar de la capacidad de alguien por su sexo, color de piel o simplemente porque no nos cae bien, es atrasar el progreso que incluso nos beneficia también.
07 No alimentarse bien ni hacer ejercicios. Preferir la comida que nos satisface el deseo inmediato (grasas, carbohidratos, comidas procesadas y saladas) es un camino seguro para engordar y si no se hace ejercicio por lo menos media hora tres veces a la semana, es muy probable que el sobrepeso se instale y traiga por consecuencias problemas cardíacos, diabetes, entre otros.
08 No prevenir. La precaución, adelantarse a lo que podría ocurrir, visualizar el futuro a corto y mediano plazo es un excelente ejercicio con el que aseguramos cierta tranquilidad en mundo donde todo puede cambiar en un segundo. Ahorrar, practicar la medicina preventiva, estar alerta de no ser objeto de robo, ser precavido con las personas, entre otras actitudes internas, son recomendables.
09 Caer en adicciones. Drogas, juegos, sexo sin control, pornografía, alcohol, cigarrillo, gula, uso del celular, etcétera. La dependencia a estímulos materiales o psicológicos que ofrecen placer momentáneo pero generan problemas muy graves. Caer en un vicio crea un patrón autodestructivo en el que la víctima podría estar consciente de su situación pero no tiene forma de salir. La ayuda externa de familiares y expertos de la salud es prioritaria para salvar y evitar desenlaces fatales.
Fotos Storyblocks y Pixabay.
Portada Imagen de Gerd Altmann en Pixabay